BOGOTÁ (Parte I)
- P.
- 12 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Bogotá D.C siempre fue una ciudad la cual quería muchísimo conocer. Fueron tres los intentos de viaje a la capital del país hasta que se dio la oportunidad el 05 de Abril del 2016, hace exactamente una semana. Esta vez el tipo de viaje fue por avión y no tomó más de 45 minutos llegar de una ciudad a otra.
Día I
Ya en Bogotá, lo primero que se me vino a la mente fue que el frio no era tan horrible como imaginé que estaría, el clima estaba muy parecido a como estaba en Cali; fuera del aeropuerto y recorriendo la Avenida El Dorado me di cuenta de la tan buena primera impresión que me estaba brindando esta ciudad. Llegamos al lugar donde nos íbamos a quedar durante casi una semana y de antemano agradezco infinitamente la tan buena y bella atención de mis primos, definitivamente hicieron de estas pequeñas vacaciones un viaje muy grato.
Ese día no hicimos mucho, descansamos y en la noche salimos a conocer un poco la zona.
Día II
Llegó el segundo día, ese día salimos a recorrer la ciudad. Fue la primera vez que nos fuimos en Transmilenio, afortunadamente no fue nada traumático y la ruta que tomamos fue una maravilla. Nuestro recorrido fue musical, desde el inicio hasta el final nos acompañaron una banda conformada por chilenos y argentinos tocando cumbia ¡Fue excelente!
Llegamos a la estación de Universidades y terminamos el viaje en la estación Las Aguas. Encantada estaba yo en ver a un 99% de las mujeres utilizando botas, amo las botas.
Nuestro destino era la Plaza de Bolivar. Preguntando se llega a Roma y pues bueno, después de pedir un par de indicaciones llegamos a nuestra meta. Esa plaza es maravillosa pero más que la plaza es toda esas historias y todo ese trasfondo que tienen las calles de Bogotá y en especial las calles del centro. Almorzamos con mi familia en una casa que tiene aproximadamente 250 años, la sensación de estar es un lugar así fue increíble. Ya en la tarde fuimos a Monserrate.
No tengo palabras para describir lo mucho que me gustó este lugar y lo grande que es esa ciudad. Éramos los típicos turistas en Bogotá acompañados obviamente por un grupo de alemanes, un asiático, ingleses y más.
Como pueden notar, este fue uno de los días que más cosas hicimos. Luego de Monserrate visitamos el museo de la policía nacional, luego el regreso en Transmilenio en horas pico no fue muy diferente a utilizar el MIO en hora pico. Absolutamente nada de que quejarse.
Día III
El tercer día visitamos de un día para otro a mi prima, el almuerzo estuvo riquísimo. Ella, su novio y su suegra son unas personas maravillosas y le agradecemos muchísimo la atención. Fuimos a comer un helado y ¿alguien dijo frio? No, el frio para mí era inexistente. En la noche comimos una pizza deliciosa y era extremadamente grande, deliciosa.
¡La pasamos muy bueno y amé el ventanal!
Bueno, esos fueron nuestros primeros tres días en Bogotá. Los primeros tres días y los días que siguen fueron igual de buenos. Es una ciudad que me agradó de inmediato, eso no lo niego. Ya les estaré comentando los días siguientes de estas vacaciones que tan merecidas y necesitadas teníamos.
Nos leemos luego,
P.
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