¿CUÁL ES EL AFÁN?
- P.
- 25 jul 2017
- 3 Min. de lectura
Esta semana me pasaron cosas muy curiosas; tres personas me hicieron esa pregunta que es tan frecuente en las reuniones familiares y que las jóvenes solteras estamos un poco cansada de escuchar: “¿Y el novio?”; aunque esta pregunta es solo una de muchas, como por ejemplo, ¿Tenés novio? ¿Estas saliendo con alguien? ¿Algún amiguito?, y al responder un rotundo NO a este pequeño cuestionario llega la típica “¿Y por qué no?”. Dos de las tres personas que me preguntaron, eran hombres y no creían para nada en mi respuesta. bueno, la tercera persona tampoco me creía mucho al principio, pero algo que pude entender fue que las mujeres definitivamente tomamos con un poco más de seriedad esa respuesta, ese tema y ellas mismas sacan la cara diciendo “Está joven, no tienen ningún afán”.
Tengo 20 años, no he tenido, ni tengo novio.
Nunca estuve muy interesada en ese tema, definitivamente sentía que había cosas más importantes en mi vida antes de tener que enredarme con alguien. Mi familia siempre ha sido lo más importante para mí y en especial mi mamá. Veía a mis conocidas, a compañeras del colegio y a mis amigas consiguiendo novio y al tiempo después sufriendo por ellos, era definitivamente algo que quería evitar lo más que pudiera.
El tiempo que ellas estaban con sus novios, yo lo pasaba para arriba y para abajo con mi mamá, siempre al lado de ella y día tras día aprendiendo como era llevar una familia. Siento que esa ha sido una de las decisiones más sabias que he tomado. Aproveché a doña Martha lo más que pude y aprendí cosas maravillosas en esos años… Mamá 1 – Cupido 0.
Claramente soy un como el punto raro de la sociedad, completamente diferente a mi hermana menor que sí tuvo novio con 15 años; cabe decir que toda la familia sabía que mi hermana iba a conseguir novio antes que yo, eso estaba más que claro en nuestras vidas.
Muchos me dicen “¿Es que sos muy exigente o qué?” y la respuesta es Sí; crecí en una familia amorosa, cuatro personas y muchas mascotas a medida que pasaban los años. Mis papás son una de las parejas que para mí, siguen y seguirán siendo perfecta. Superando obstáculos y dificultades, demostrándose amor todos los días, buscando siempre un bien común y velando por sus dos hijas. Una historia maravillosa de amor, dos almas gemelas que crecían juntas y que son un modelo a seguir para muchas personas y en especial para mí. Todos los 07 de Diciembre (Día de su aniversario de bodas) les recordaba lo mucho que quería un amor así para mi vida y que iba a luchar por eso. No había cosa más hermosa que ver a mi papá llegar con flores amarillas a la casa, con rosas y con una sonrisa en la cara o ver a mi mamá sagradamente ahorrar para comprarle regalos de aniversario o cumpleaños a mi papá. Ver el amor en sus ojos, ver la ternura de sus abrazos y la alegría de sus besos.
Un amor bonito, a la vieja guardia. Esos amores que apenas se ven, saben que será eterno. Un amor donde las mariposas ni los nervios por verse dejen de existir. Un amor en donde la confianza y las ganas de salir adelante siempre estén ahí. Un amor en el que sean un apoyo, en el que se construye y se vive. Un amor en donde se recuerde todos los días el porqué de estar juntos. Un amor en el que la felicidad de uno es la felicidad de ambos. Un amor que ni la tristeza más grande ni las dificultades más jodidas puedan separar. Un amor como el de ellos. Un amor que solo la muerte los separe.
24 años juntos.
Ahora que saben el ejemplo que tuve desde siempre ¿Ustedes creen que yo me voy a conformar con algo menor a eso? No. Si eso para ustedes significa que soy la mujer más exigente del universo ¡Entonces lo soy! No hay nada que hacer. Además yo soy fiel seguidora de que las cosas llegan a su debido tiempo, de que no hay que forzarlas a que pasen, porque de ser así, no pasaran. No hay que apresurarse a nada porque todo llega, y más ahora con ese ángel gigante que tengo en el cielo y que está haciendo maravillas para mandarme algo muy bueno. Amanecerá y veremos.
*Esto fue netamente mi punto de vista sobre el tema y dando el por qué no me apresuro por tener novio*
La más exigente del universo se despide.
Nos leemos luego,
P.
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