EL LIMBO
- We.
- 16 sept 2017
- 2 Min. de lectura

Muchas personas pasan por el limbo, unos lo cruzan corriendo y otros lo pasamos con toda la lentitud posible. Unos no se dan cuenta del momento justo en el que lo están atravesando y otros sufrimos cada paso. Es ese lugar que no es blanco ni es negro, es ese lugar con tonalidades grises que hace su ambiente mucho menos expresivo, lo hace un lugar lleno de indecisiones, de veremos, de quisieras. No es para nada la mal llamada “Friendzone” y tampoco se parece en lo más mínimo al nirvana de las relaciones amorosas.
Seguramente muchos han pasado por este lugar maldito, que por un momento parece tener una razón de ser pero cuando pasas más tiempo del debido todo se vuelve tortuoso. Creemos que las mujeres por nuestro estado “romántico” y por enfrentar esa búsqueda del “amor verdadero” somos las únicas que estamos inmersas en este mundo, pero no es así; claramente la mayoría de los hombres también están en él sin saberlo, pero por más indirectas que les des nunca caen en cuenta de la magnitud de la situación. Sí, nosotras somos más afanadoras por encontrar la luz al final del túnel, esa luz que nos define las situaciones, el qué somos y el para dónde vamos. No hay que generalizar, a muchas mujeres por distintos motivos (relaciones pasadas fallidas, creencia nula en el amor) les gusta o por lo menos les parece bien estar en ese tipo de situaciones; ese es el momento en el que la otra persona atraviesa por este camino rocoso.
¿Qué tan difícil es coincidir con alguien en esta vida? ¿Por qué razones las cosas no se concretan? ¿Las chick-flicks, los libros de amor y sus respectivas adaptaciones tienen la culpa? ¿Estar en “el limbo” no es tan obvio como parece? ¿Quién dejan en “el limbo” a quién?
He tenido la oportunidad de recopilar experiencias sobre estas situaciones gracias al escuchar con atención las historias de mis amigas, de las amigas de mis amigas e incluso de personas que ni siquiera conozco. Unas llevan tres meses, otras llevan seis, otras un año y otras solo un par de semanas. Todas concluyen en algo, la otra persona raramente cae en cuenta en la situación en la que se encuentran y si lo hacen, el tema se evita y se sigue posponiendo. Una historia muy común: Si ya le dijiste a esa persona que la amas, llevan meses saliendo, conocen a sus respectivas familias, conocen a sus respectivos amigos ¿Qué estas esperando a formalizar si ya todo el mundo piensa que son algo?
Todos esperan ansiosos ese momento.
Una última anotación, si quieren dejar las cosas hasta ahí, déjenlas; si quieren intentarlo, intenten. Si no saben lo que quieren, hablen, busquen un punto medio y así escogerán alguna de las dos opciones anteriores. No se queden por siempre en el limbo, en el veremos. En la vida lo más importante es aprender a cerrar ciclos y saber cuándo hay que abrir nuevos. Es difícil pero no imposible.
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