ESOS INSTANTES DE FELICIDAD

Hoy no sabía sobre qué escribir hasta que se me vino a la mente un libro que me encanta y que al recordarlo logré ver algo importante: El valor que le ponemos a las cosas.

A esas situaciones que nos causan felicidad y que muchas veces sin querer, nos damos cuenta demasiado tarde. Nuestro día a día se basa justamente en eso, en momentos, momentos que llegan y se van fugazmente. Por cierto, el libro se llama “Ese instante de felicidad” de Federico Moccia y qué buena elección del título.

Estuve pensando en esos pequeños momentos: Tomar un café con alguien, una noche con tus amigos hablando de temas absurdos pero la emoción de que están todos reunidos, los besos de buenas noches de tus papás, ganar un examen o taller que dabas completamente por perdido, ser turista en tu misma ciudad, ver a tu mascota después de un largo día. Cada gran y pequeño logro en tu vida, cada beso y cada abrazo, cada saludo y mensaje de la persona que menos esperabas; básicamente, cada respiro, cada parpadeo, cada cosa que nos hace sentir vivos.

¿Por qué no se valora todo lo anterior justo en el momento en que sucede? ¿Por qué dejamos que los problemas y/o preocupaciones opaquen las oportunidades que tenemos de ser felices? ¿Por qué simplemente no dejamos ser? ¿Por qué no dejamos fluir?

Todos los días vemos personas que van por ahí con sus intranquilidades amorosas, familiares, laborales, estudiantiles, pensando que el mundo entero está en su contra pero no es así, solo es un pequeño mal rato. Algo es seguro, son muchos más los momentos felices que los momentos de angustias.

El secreto está en saber aprovechar cada instante que se nos regala.

Poniendo el tema mucha más en la vida diaria y alejándonos del romanticismo ¿Acaso estos no son momentos de felicidad? Comprar algo por lo que tanto habías ahorrado, encontrar algo que dabas por perdido, lograr sentarte en el transporte público en horas pico, ir al concierto de tu artista favorito, que el profesor aplace el parcial para el cual no habías estudiado o que el dj coloque tu canción favorita en la fiesta, una bebida bien fría cuando hace un calor espantoso y mil cosas más. Sé que estarán de acuerdo con llamar a estos momentos “instantes de felicidad”. Nada, absolutamente nada nos cuesta ser felices o por lo menos, intentarlo.

En minutos podemos cambiar por completo nuestro estado de ánimo, en segundos podemos tener una sonrisa en nuestro rostro. Propongámonos ser felices, a valorar cada minuto, cada oportunidad, a cada persona; es fácil, es rápido, es gratis y es bonito.

Nos leemos luego,

P.